Capitulo I
Suena una canción,¿por qué suena una canción? Espera......es c'mon de Ke$ha ¿por qué suena Ke$ha? Espera......mi despertador,la canción sigue sonando,intento apagar la alarma,pero no encuentro el móvil,rebusco entre las sábanas lila de mi cama,nada,sin éxito ,sigue sonando, la cabeza me va a explotar ¡¿dónde está el teléfono?! Algo vibra debajo de mi cabeza, meto la mano debajo de la almohada, y lo encuentro, Mi iPhone negro. Me encanta este móvil, lo cojo, deslizo el dedo por la pantalla y apago el despertador, la habitación se queda en calma, hablo un ojo, la habitación está a oscuras, mis ojos tardan en acostumbrarse a esa total oscuridad.Tampoco oigo nada, de repente, las bisagras chirrían,oigo unos pasitos silenciosos, un ronroneo, mi gato Pascual,éste sube a mi cama, le siento en mis pies, va subiendo poco a poco hasta llegar a mi cara,maúlla, le toco, ronronea. -¿Que tal Pascual? -Miau -¿Mas dormido bien? -Miau Se que parece tonto hablar con el gato, pero a veces siento que es el único que me entiende, aparte de la música. Pascual se acurruca a mi lado y se duerme. Me giro mirando al techo, me quedó pensativa, sería más correcto decir que embobada. Me vienen a la memoria los recuerdos del verano: la playa, la arena, el mar, el sol, el surf, aquel chico… Esos ojos verdes hipnotizadores,ese bronceado... -¡Ay!...-suelto un suspiro 1
Sigo pensando en él - No Celia,no- me digo a mí misma Cojo a Pascual y lo levanto encima de mi cabeza, éste me responde con un maullido poco amistoso. De repente suena un pitido que me devuelve a la realidad. Es un whatsapp de Verónica
2
Hola ;)
Hola :P
Q tal anoche?
Bn
Como d bn?
Muy bn ;P
X cierto tenemos q hablar
OK
Cuando?
Te parece bn hoy a ls 6?
Verónica es una de mis mejores amigas, es alta, morena, pelo castaño y ojos verdes llamativos, como dirían los chicos, estaba buena, respecto a su carácter, es una chica, alegre, despreocupada y a veces muy impulsiva. La verdad es que a veces pienso que no tiene vergüenza en el buen sentido, no le importa que se le quede mirando toda la gente, lo importante es divertirse. Me levanto de la cama con un salto ágil, me dirijo a la ventana levanto la persiana, la luz del día me ciega,abro poco a poco los ojos hasta que me acostumbro a esa luz, miro través del ventanal de mi habitación, me encanta la vista, se ve Madrid. Me giro para contemplar mi habitación, está hecha un desastre, toda la ropa tirada encima de la silla de mi escritorio, creo que ya se podría bautizar como mi segundo armario. Cojo el iPhone las 10:23.-puf- no tengo nada que hacer, es siete de septiembre, las clases empiezan dentro de dos días, es deprimente. Me vuelvo a tumbar en la cama, junto a Pascual, le miro, es monísimo, tiene la cara naranja, la punta de las orejas blancas junto con su hocico, el cuerpo de distintas tonalidades naranjas y algún que otro marrón, la barriguita es blanca y la cola a rayas naranja y blanca. Decido levantarme e ir a desayunar. Cojo varias paradas de metro hasta llegar al parque del Retiro, a las afueras de éste, hay una pequeña casa molinera, con un jardín enorme, en él hay Un rosal y inmenso, nunca me cansaré de ver tantas rosas rojas.
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Hasta luego :D
Bye
En el rosal?
Ok :)
la casa pertenecía a un jardinero que había fallecido hacia varios años, la casa tenía grietas por todas partes, pero aún se mantenían pie, después de que falleciera el anciano , la casa se quedó vacía, deshabitada. Ahora los adolescentes la utilizábamos . Cuando llego a la casa, me situo frente a la verja de entrada, cojo carrerilla, doy un salto y salto la verja, no es muy alta pero pasar todo el verano en el pueblo, corriendo, paseando con la bici, nadando los Lagos y piscinas se ha dado más agilidad de la que esperaba. Cuando por fin estoy en el jardín no vea Verónica, pero oigo unas voces dentro de la casa. Ahí una disputa entre mi mente que dice que vaya a ver quien es y mi cuerpo, que dice que me vaya de ahí lo antes posible, gana mi mente, abro la puerta principal, intentando hacer el menor ruido posible, pero las bisagras de la puerta están oxidadas y chirrían, me paro en seco, podrían haber oido el ruido, pasados unos minutos decido continuar ya que no han venido a investigar de donde procedía el ruido, o no lo han oído o lo han ignorado . El ruido proviene de la habitación de arriba, subo las escaleras cuidadosamente intentado hacer el menor ruido posible, al llegar a la habitación veo que la puerta está suficientemente abierta para ver quien están dentro, acerco el ojo y… -¡joder!- mierda creo que lo he dicho bastante alto. Unos pasos se acercan a la puerta, no sé dónde meterme debería haberme quedado fuera de la casa, me pongo nerviosa. No sé si os habré dicho que cuando me pongo nerviosa, no pienso en toda mi totalidad, hago lo más estúpido que podría haber hecho, corro hacia el baño, me encierro en él y me escondo en la ducha. -¡Rodrigo!-¿hay alguien ahí?-se oye una voz a lo lejos -¡no!-esta voz no es tan lejana Me quedo en la ducha recapacitando de quien está en esa habitación, Hugo y sus amigos, Hugo es el típico matón del colegio, tiene muchos "amigos" a los que se podría llamar lameculos, Hugo es hijo de un empresario Millonario, ha repetido varias veces y debería haber repetido
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muchas veces más Y ser expulsado muchas más, pero el enchufe es el enchufe. De que las formas es una de las personas a las cuales no te deberías acercar. Me quede sentada en la ducha con los brazos abrazando mis rodillas Hasta que ya no hay voces, una vez que el silencio inundó la casa me asomé al pasillo al ver que no Había moros en la costa, bajé las escaleras con el mismo cuidado que la subí y corría hacia el patio. Verónica estaba sentada en un banco que miraba la mesa. Hazlo por hacer. Nada más verme me dijo-¡Ce! ¡Hola! - ¡Hola, Vero! -¿Qué tal? -Muy bien ¿Tú? -También bien ¿Has visto a Hugo? -Sí, entre la casa para ver quien estaba dentro y lo vi, me escondí en el baño. Pensé que me daba un infarto. -En serio- Asentí, la miré directamente a los ojos. -se acaban de ir - me dijo con voz silenciosa,parecía que estaba inquieta por sí todavía andaban cerca - OK, ¿De que querías hablar? - De lo que pasó anoche en la boda de Ester, pero aquí no, las paredes oyen -Vale donde vamos. -Tengo hambre, no he comido nada,¿ Vamos al rodilla? -¡Vale! Mientras camina vamos al rodilla alguien llamo a Verónica, está lo cogió. Me quedé pensando mientras camina vamos, que rápido había pasado el tiempo, Hace poco, Ester, la prima de Verónica, Vero y yo, nos bañamos en el río, Nos encantaban bañarnos allí, las aguas cristalinas, eso sí, el agua estaba helada Una vez tuvimos que romper la capa de hielo que cubría el agua del río y no exagero. Pero ahora Ester se había casado.
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Inmersa en mis pensamientos, no me di cuenta de que habíamos llegado a nuestro destino. Entramos en el rodilla nos sentamos, a los pocos minutos Verónica tenía una bandeja entre sus manos con dos sandwiches uno de rúcula y queso para mí y otro vegetal para ella y como no olvidar las Coca-colas. Empezó a contarme su historia, ya que había vivido en la boda: -¿Te acuerdas de Mateo? ¿el tío bueno de los ojos grises, pelo castaño, qué va todos los días al gimnasio? - como iba olvidarme de él- dije poniendo los ojos en blanco. -Pues resulta que a la boda fueron unos amigos suyos y me invitaron a jugar al "strip póquer",y les dije que si - Cómo no-dije ironizando -Resulta que acabamos jugando en una habitación del restaurante, hicimos parejas y me tocó con Mateo-Sus ojos tenían un brillo especial, a Verónica le gusta a Mateo y no me diría que no, conocí la conocía demasiado bien, sabía leer sus ojos… - Y empezamos la primera ronda… ¡Joder!- sus ojos se clavan en la puerta, me giré para verla y ahí estaban, Hugo y sus "lameculos"e, Pasen por nuestra mesa y para los dos gracias separación que nosotras. -¿Qué quieres?-pregunto Verónica con un tono seco -¿ ni siquiera un hola?-contestó Hugo, parece divertirse -Tienes razón que desconsiderado por nuestra parte, hola, ya te puedes largar, adiós - Respondí antes de que esta conversación fueron por mal camino -Hasta el 17 pringadas-dijo Rodrigo - Dios, no sabía cómo de Como de gilipollas érais, pero creo que ya me ha quedado suficientemente claro - Verónica se levanto de la mesa y sin decir adiós se dirigió hacia la puerta, poco después la seguí. Al salir me dijo: -Bueno ya hablaremos. Me ha llamado mi madre, me tengo que ir, adiós ¡te quiero! - y se fue corriendo. ¡Cuanto energía tiene esta chica!.
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Continuo andando por la calle, mirando escaparates, hasta que llego a mi heladería preferida "sweet ice-screen", allí veo Iris, otra de mis mejores amigas, destacaba entre la gente que está sentada comiendo un helado, no es que fuera rubia, sino porque helado de chocolate que estaba comiendo, Era espectacular, Tres bolas de chocolate como base, una de vainilla en el medio de estas tres, sobre el helado caía unas virutas de canela con sirope de chocolate, su helado favorito, era una especialidad de la casa hecho específicamente para ella, con esto creo que ya sabéis cuánto íbamos a ese lugar. Cuando entré en la heladería, los ojos de Iris se encendieron, rápidamente Me hizo un gesto para que me sentara a su lado: -hola-me dijo. -Hola ¿qué tal?. -Muy bien -¿Qué es eso?-dije señalando unos papeles que tenía en la mesa. -Es un test de cómo de adicto eres a Internet he sacado: se podría decir que tu próximo novio será el ordenador. -¿En serio?-dije con tono sarcástico-no lo puedo creer-Añadir con otro tono mucho más sarcástico. Iris hacía que se enfadaba y se daba la vuelta. -Oh, si se ha enfadado. la pequeña-dije con cariño y dulzura. La di un abrazo y la empecé a hacer cosquillas. Iris, aparte de ser la más pequeña de primero de bachiller, tenía un problema con las Cosquillas, en serio, lo podías hacer confesar cualquier cosa. Las dos sabíamos porque se pasaba tantas horas pegada al ordenador, nuestro amigo Lucas se había ido con la Cruz Roja a ayudar en Etiopía, después de que se fuera, la única forma de comunicarse con él era a través de Skype. Iris me contó que hace poco que habló con Lucas y esta me contó lo que le había dicho. A Iris le pasaba algo, cuando hablaba sobre Lucas, le pasaba lo mismo que Verónica al hablar sobre Mateo, me quedé pensando lo que
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me dijo Verónica hace unos cuantos días: -Iris se ha enamorado, te lo digo yo, ¿No has oído el refrán?: De la amistad al amor hay solo un paso. Al recordar estas palabras me reí, por un momento me olvide de lo directa que era Verónica, ella iba siempre al grano. -¡¿Celia Eeeoo?! ¡Tierra llamando a Celia! -¿Qué?-Me había quedado embobada, inmersa en mis pensamientos. -¿Me has escuchado? -Si… Bueno, por lo menos la primera parte… -¡Celia, Iris! Iris y yo nos giramos a la vez, por la puerta entraba una chica bajita, gritando nuestros nombres como una posesa, rápidamente la reconocí, era Elena, una chica de un curso menor nuestro, iba a 4º de la Eso. -¿Qué pasa? Dijo Iris. -¿Porque has entrado así? Añadir yo. -Pink a invitado a todo bachiller a su cumple, alquilado el salón del hotel de cinco estrellas que está a las afueras de Madrid.-Al instante, sacó de su bandolera beige cuatro invitaciones rectangulares con tonos rosas: todos los tonos que te pudieras imaginar desde el rosa palo hasta un fucsia eléctrico. -Sobran dos invitaciones-dijo Iris, no me había dado cuenta de ese detalle. -Es para que invites a algún chico-Respondió excusándose Elena, no me dio tiempo a reaccionar cuando se despidió de nosotras y se fue corriendo por donde había venido -¡Nos vemos en la fiesta, adiós! Pink era una compañera de clase, si se puede llamar así, era la hermana de Hugo, así que no me extrañaba que hubieran alquilado el salón del hotel de cinco estrellas, y, digamos que era la típica pija de instituto que se chuleaba del dinero de sus padres, Ante ellos era una niña buena, pero fuera del ámbito familiar, mejor que no te la encontrarás por la calle.
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Nadie sabía su nombre real, excepto su hermana y con lo imbécil que era, no creo que si lo dijera nadie,la empezamos a llamar así porque siempre vestía de rosa. Un chico interrumpió mis pensamientos, era alto, moreno, ojos verdes, parecidos a los de él…Aissh… Vuelvo a suspirar, no, Celia, no, me tengo que quitar a ese chico de la playa de la cabeza, así que, sigo describiendo a él tío bueno, como diría Verónica, Que tengo delante mío: metro noventa, abdominales trabajados, se notaba por la camiseta ajustada que llegaba, pantalones vaqueros, suficientemente ajustados para saber que tenía buen trasero, el pero lo llevaba despeinado, quería decir que con el pelo así provocaba más de lo que lo hubiera hecho peinado. Se acercó a mí, más de lo que mi corazón quisiera porque empezó latir muy deprisa. Acercó su boca oreja hasta que sus labios tocaron me lóbulo, me recorrió un cosquilleo por todo el cuerpo, Susurró algo a mi oído y se fue. Iris se quedó atónita: -¡Qué te dicho?Cuenta, cuenta, no está nada mal chico. Quedado su número. Que te dicho guión y se puso sacar a mi lado, no podía prestar atención al interrogatorio constelación, sólo podía pensar en lo que me había dicho.
Glitter Better
lunes, 16 de diciembre de 2013
domingo, 22 de septiembre de 2013
lunes, 16 de septiembre de 2013
Bibliografía de Richard Castle
Un magnate inmobiliario del estado de Nueva York se desploma y muere en una de las aceras de la ciudad. Una esposa florero con un sombrío pasado sobrevive tras escapar de milagro a un descarado ataque. Gánsteres y hombres con poder con motivos de sobra para asesinar recitan de memoria sus coartadas. Es entonces, en medio de una sofocante ola de calor, cuando otro homicidio tiene lugar y comienza un tenso viaje por los pequeños y oscuros secretos de los ricos. Unos secretos que resultan ser fatídicos. Secretos que permanecen ocultos en la sombra hasta que una detective del Departamento de Policía de Nueva York arroja un poco de luz sobre ellos.
El escritor número uno en ventas Richard Castle, última sensación de las novelas de misterio y autor de los best sellers de Derrick Storm, nos presenta a su nuevo personaje: la detective de homicidios Nikki Heat. Dura de pelar, sexy y profesional, el emblema de Nikki Heat es su amor por la justicia, ya que dirige una de las brigadas de homicidios más importantes de la ciudad. Pero Nikki se enfrenta a un desafío inesperado cuando el inspector jefe asigna al famoso periodista Jameson Rook que la acompañe en la investigación para uno de sus artículos. Y resulta que el ganador de un premio Pulitzer no sólo le es útil, sino que además es extremadamente atractivo. Sus ocurrencias e intromisiones no son los únicos problemas para la detective. Al mismo tiempo que trabaja para desvelar los secretos del asesinato del magnate inmobiliario, tendrá que lidiar con la chispa que ha surgido con el periodista. Una chispa en medio de una ola de calor
Nikki Heat y Jameson Rook vuelven a encontrarse para trabajar juntos en la emocionante secuela del best seller Ola de calor.
Cuando la columnista de cotilleos más despiadada de Nueva York, Cassidy Towne, aparece muerta, Heat descubre toda una galería de posibles sospechosos, y todos tienen motivos de peso para haber asesinado a la más temida destapadora de escándalos de Manhattan.
La investigación del asesinato de Heat se complica con la reunión-sorpresa que tiene con el famoso periodista Jameson Rook. Su ruptura todavía está muy reciente y Nikki prefiere no tener que cargar con ese áspero bagaje emocional. Aunque la intromisión en el caso del atractivo y sobradamente intelectual escritor, ganador de un premio Pulitzer, la obligará a formar equipo con él una vez más. Los residuos no resueltos de su conflicto romántico y la creciente tensión sexual llena todo el aire mientras Heat y Rook se embarcan en la búsqueda de un criminal entre famosos y gángsteres, cantantes y prostitutas, atletas profesionales y políticos avergonzados.
El insólito asesinato de un sacerdote en un club sadomasoquista neoyorquino abre el caso más apasionante y peligroso de Nikki Heat hasta el momento, en el que tendrá que hacer frente al narcotraficante más corrupto de Nueva York, a un arrogante asesor externo de la CIA y a un misterioso escuadrón de la muerte decidido a acabar con ella a tiros. Y eso es solo la punta de un iceberg que destapa una siniestra conspiración que salpica a las más altas esferas de la policía de Nueva York.
Pero en el momento en que se acerca demasiado a la verdad, Nikki es desprestigiada, despojada de su placa y abandonada a su suerte como blanco perfecto de unos asesinos, sin nadie en quien confiar. Salvo quizá en el único hombre de su vida que no es policía: el periodista Jameson Rook. En pleno invierno neoyorquino, el más frío de los últimos cien años, hay algo que Nikki está decidida a demostrar: que aumenta el calor.
La detective de homicidios Nikki Heat se encuentra con una mujer desconocida apuñalada hasta la muerte y metida en una maleta abandonada en una calle de Manhattan. Nikki entra en shock cuando se da cuenta de que este asesinato está conectado a la muerte no resuelta de su propia madre.
jueves, 15 de agosto de 2013
Las 10 Princesas Caídas
Las 10 Princesas Caídas
¿Qué ocurrió con las protagonistas de los cuentos infantiles una vez que encontraron a su héroe? La fotógrafa Dina Goldstein se ha hecho esta pregunta en su obra Princesas Caídas.
Fuente: Entre El Caos y El Orden
Blancanieves y su hogar desestructurado
El trabajo de Goldstein comenzó cuando sus hijas pequeñas se volvieron fanáticas de las historias de princesas. Así comenzó a imaginarse una posible secuela para cada cuento tradicional infantil. Su Blancanieves se ha convertido en una maruja de tomo y lomo, casada con el príncipe que al final resultó ser un gandul, y con tres hijos. Si al menos los siete enanitos vinieran a echarle una mano.
La Cenicienta del after hours
Repudiada por su madrastra, maltratada por sus hermanastras e ignorada por su padre, es normal que Cenicienta solo se sintiera cómoda cerca de un tipo de cristal, el de los chupitos.
Repudiada por su madrastra, maltratada por sus hermanastras e ignorada por su padre, es normal que Cenicienta solo se sintiera cómoda cerca de un tipo de cristal, el de los chupitos.
La Sirenita en el acuario
Su reinterpretación de los cuentos infantiles ha hecho que la autora de estas fotografías reciba numerosas quejas. Ella asegura que su intención era: “Situar a las princesas en un entorno realista y actual”. Y a la pobre sirenita le reservó un destino de lo más triste: ser exhibida a la mirada de los curiosos.
Y Jasmine cogió su fusil
La princesa de Aladdín desafió las normas de su reino para casarse con un hombre sin sangre noble. ¿Qué haría si su país fuera invadido? Sin duda, unirse a la insurgencia irakí.
La Princesa del Guisante
Probablemente, este es uno de los pocos cuentos en los que la mujer es quien decide: la princesa era en realidad la única superviviente de un naufragio que pidió refugio en el castillo del príncipe.
La Bella Durmiente
¿Y qué habría pasado si esta princesa no se hubiera despertado con un beso de amor verdadero? O peor aún: ¿no será que la Bella Durmiente padecía narcolepsia?
Rapunzel, terminal
Dina Goldstein retrató a Rapunzel, la princesa de las trenzas doradas, víctima de un cáncer que le hizo perder su seña de identidad. Probablemente, la más cruel de todas las imágenes de la colección.
Pocahontas aburguesada
Mientras John Smith, su príncipe, se marcha a la conquista de nuevas tierras, esta princesa se queda encerrada en un mundo que desconoce y a punto de caer en el síndrome de Diógenes. Hay que decir que la auténtica princesa india se casó con un comerciante de pieles y viajó a Londres donde fue recibida por la reina de Inglaterra.
Caperucita obesa
Para el lobo habría sido mejor bocado esta Caperucita que la pequeña del cuento original. En la versión de Charles Perrault, una de las primeras, publicada en el siglo XVII, la niña acaba devorada por el lobo.
La Bella en el quirófano
El cuento original, obra de 1740 de la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, es una crítica a los matrimonios de conveniencia de poderosos señores con bellas jóvenes. En esa realidad, a menudo, los maridos se convertían en bestias para la ingenua “princesa”. Pero el destino de nuestra Bella recurrir a la cirugía para conservar su atractivo. Lo malo es que acabó convirtiéndose en adicta. Por cierto, ¿no le encontrais cierto parecido con Carmen Lomana?
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